En febrero de este año mis socios y yo decidimos apostar por crear una nueva agencia de marketing digital y social media, a sabiendas de que era una apuesta arriesgada y que el panorama estaba saturado de grandes y pequeñas agencias e incluso freelances fingiendo ser agencias y vendiendo una ridícula cantidad de tweets a la semana por una módica y también ridícula cantidad. Aún conociendo la difícil realidad de nuestro sector, no nos importó salir de nuestra zona de confort y dejar nuestro trabajo en grandes y reputadas agencias, arriesgándolo todo por un sueño en el que creíamos… y este es el resultado:
Todos sabemos que el primer año es siempre el más duro para una nueva empresa, pero los más de quince clientes que han confiado en nosotros hasta ahora y todos aquellos que aún están considerando nuestras propuestas, nos permiten mirar hacia atrás con la seguridad que da un trabajo bien hecho y hacia el futuro con la ilusión de quien sabe que lo mejor aún está por llegar.
Otro de los pilares básicos de toda nueva agencia es la gente que trabaja en ella… de hecho, es el que realmente marca la diferencia entre unas agencias y otras, ya que el resto de elementos visibles no son más que una espacio mejor o peor decorado, algunos ordenadores, impresoras y máquinas, con un logotipo asociado a una marca.
En ese sentido, hemos recorrido un largo y difícil camino estos meses, pero un camino que nos ha llevado a buen puerto, haciendo que Sr Potato sea una marca conocida por su calidad y permitiéndonos tener el equipo que queríamos: una mezcla de la amplia experiencia de nuestros cuadros de mando con el entusiasmo, la energía y creatividad de los miembros más jóvenes de la familia, seleccionados a través de un programa de prácticas que es (y nos enorgullece decirlo) como deberían ser los de todas las agencias, es decir, un programa destinado a captar talento, formarlo en nuestra metodología de trabajo y seleccionar a aquellos que realmente representan los valores de Sr Potato y sus estándares de calidad para que pasen a ser miembros permanentes de nuestro proyecto empresarial, contratados con las mejores condiciones posibles.
Tras la parte conceptual y la humana, toca hablar de lo que que realmente importa en el mudo empresarial: los resultados financieros. En ese sentido aún nos queda mucho camino por recorrer, ya que trabajar con PYMEs no es siempre fácil (hay que tener en cuenta que para un pequeño negocio cada céntimo es importante y nuestros clientes necesitan rentabilizar al máximo la inversión realizada con nosotros), pero con una política de costes razonablemente ajustada, la mejor relación calidad-precio del mercado y una buena planificación, hemos conseguido terminar este año (el primero, que suele requerir más inversiones) con suficientes recursos en caja como para poder soportar la agobiante presión fiscal que castiga en este país a empresarios y emprendedores, contando aún así con suficiente capacidad de maniobra e inversión para afrontar los retos que nos traiga el nuevo año.
Así ha sido nuestro 2015, un año lleno de retos en lo profesional y lo personal. Ahora llega el momento de responder a la pregunta: ¿A dónde queremos llegar en 2016?
Esperamos que este año que llega cargado de proyectos y clientes potenciales sea el de la consolidación del proyecto de Sr Potato como una agencia de marketing digital y social media diferente, continuar prestando servicio a nuestros clientes actuales y ganarnos la confianza de otro tipo de empresas, que puedan plantearnos nuevos retos y desafíos, obligándonos a esforzarnos más para poder seguir ofreciendo a quienes confían en nosotros un servicio de calidad, proactivo y completamente adaptado a sus necesidades y recursos.
Contaremos con nuevos partners tecnológicos y socios empresariales y, por último pero no menos importante, seguiremos luchando para que nuestro equipo humano, la espina dorsal de Sr Potato, reciba una contribución justa por su trabajo, pueda seguir desarrollándose profesionalmente con nosotros, conciliando su vida laboral y personal y, sobre todo, que entre cada mañana por la puerta de la oficina con los bolsillos cargados de ilusión y vuelva a su casa con una sonrisa… ya sé que suena ambicioso, pero no estamos dispuestos a conformarnos con menos 😉
Feliz año y que el 2016 nos traiga la capacidad de soñar con una vida mejor y la valentía para luchar por ello.