Hace poco más de una semana se estrenaba el tráiler de la nueva película de Marvel: ‘Capitán América: Civil War’’. Con este film, que se estrenará el 6 de mayo de 2016, se abrirá la tercera fase de Marvel que enfrentará a los dos tótems de este universo, al Capitán América con Iron Man. Fuera de saber de qué lado estáis en esta guerra civil (aquí un servidor se pone del lado del Capitán América), la verdadera polémica ha venido de mano de este tráiler, ya que había mucha expectación a la hora de ver cómo se trasladaba esta Civil War a la gran pantalla. Y es que esto no era tarea fácil, ya que estamos hablando de uno de los eventos más importantes de la editorial Marvel en los últimos años. A pesar de las expectativas puestas, parece ser que la productora ha decidido tirar por la vía fácil y dejar la historia de los cómics a un lado e inventarse una nueva que obvie los matices más polémicos de la original. Pero aquí os dejo un gráfico para que juzguéis por vosotros mismos las diferencias.
Este es uno de los muchos ejemplos que encontramos a la hora de adaptar un cómic, película, serie o juego de mesa (sino acordémonos de Battlefront, supuestamente basado en el clásico Hundir la flota) al cine. Y es que al no trasladar fielmente estos relatos, la avalancha de críticas por parte de los fanboys es inminente, y más aún en un mundo que cada día se ve más nutrido por los “haters”, que inundan las redes sociales. Pero la verdadera pregunta es: ¿son justificadas estas críticas?
Al fin y al cabo, el hecho de trasladar a la gran pantalla las historias que podemos encontrar impresas en las páginas es una tarea ardua y difícil, ya que en su mayoría (y más cuando hablamos de sagas) abarcan mundos imposibles de plasmar en el celuloide, por lo que hay que buscar formas de hacerlos adaptables. Lo que muchas veces no entendemos (y me incluyo dentro como buen fanboy) es que hablamos de artes diferentes, que no pueden ser comparables entre ellos mismos.
Y es que todos tenemos ese amigo listillo, que a día de hoy suele llevar barba abundante, gafas de pasta y camisa de franela a cuadros, que suelta la típica frase de: “La película estaba bien, pero es mucho mejor el libro”. Deberíamos comprender que son artes diferentes entre sí y por ello no son comparables. ¿O acaso habéis comparado alguna vez una canción con una película, una fotografía, un cuadro o una figura arquitectónica? (ahí os he pillado eh amigos). Otra cosa es que las sensaciones que te provocó el libro sean más profundas que lo que sentiste con la películas.
Pero vuelvo al tema principal, que me voy de madre. El caso es que podría considerarse una mala jugada no ser fiel al 100% a la obra original, ya que podríamos perder a las legiones de fans primigenios. Pero seamos sinceros, los fans acérrimos van a ir a ver la película si o sí por el simple hecho de criticarla y a sabiendas de que será mala. O sino que se lo pregunten a las 50 sombras de Grey….
Eso sí, no se aprovechen señores de Hollywood que todas las burbujas terminan estallando.