La publicidad digital cada vez evoluciona más rápido, y es que los spots de televisión ya son cosa del pasado. ¿Sabes cuál es el último grito en este mundillo? La shoppable TV. Si no sabes de qué estamos hablando, no te alarmes, que Sr. Potato te lo cuenta. ¡Toma nota, porque esto te interesa!
Empecemos por el principio: ¿Qué es eso del shoppable TV?
Como te adelantábamos, los anuncios de televisión se han quedado atrás. Después, lo que se empezó a llevar eran los shoppable posts, para comprar desde las redes sociales. Pero ahora, las plataformas de streaming han revolucionado los hábitos de los usuarios. Como su contenido es bajo demanda, lo más normal es que no tengan anuncios ni cortes publicitarios, y mientras se hace uso de estas plataformas, se suele tener el móvil, la tablet o el ordenador a mano. Por eso se recurre al product placement, integrando de forma totalmente natural el producto que se quiere promocionar sin causar ninguna molestia.
Partiendo de esa base, lo ideal es que esos productos que se mencionan en series y películas, se puedan comprar fácilmente, ya sea escaneando un código QR o con el mando de la televisión.
Las cifras hablan por sí solas
Aunque todavía sea algo innovador, es una tendencia a la alza. Gracias a él se sabe que en tan solo 6 capítulos de Sex Education (Netflix) hacen menciones a diferentes productos hasta en 12 ocasiones. Si te parece mucho, entonces te sorprenderá que en la serie española Paquita Salas (también disponible en Netflix), aparezcan 82 productos en el mismo número de episodios.
Casos de éxito de shoppable TV
Amazon: Making the cut
La plataforma en streaming de Amazon (Prime Video) ofrece un programa de moda llamada Making the cut, con la modelo Heidi Klum y el asesor de imagen Tim Gunn. En él, varios concursantes intentan crear la mejor prenda de ropa y los diseños ganadores se ponen a la venta al terminar cada programa. Además, quien gane la edición lanza una colección exclusiva que se comercializa también en Amazon.
Aparte de comprobar que aumentan las ventas, llegando a agotarse muchos de los productos en muy poco tiempo, esta nueva experiencia de compra se une con el storytelling, tramando una estrategia infalible: a lo largo de cada capítulo, los espectadores tienen la oportunidad de conectar con las historias personales de cada concursante, así que comprar las prendas del programa tiene mucho más valor que comprarlas en una tienda o un centro comercial normal y corriente.
LG y The Take
La plataforma de shoppable ads The Take, ahora colabora con la marca de electrónica LG para incluir directamente su software en las televisiones de la marca surcoreana. De esta forma, The Take etiqueta los productos que se mencionan o aparecen en los programas reproducidos en los televisores.
Si el usuario se interesa por alguno de ellos, solo tiene que seleccionar la opción de comprar con su mando a distancia. Al tratarse de una colaboración, la plataforma se lleva una comisión por cada venta que se realiza a través de los televisores de LG.
NBC Universal
La compañía estadounidense NBC Universal ha diseñado su propio sistema de shoppable TV, que consiste en lo siguiente: mientras se emite un programa, se notifica a los usuarios de que se aproxima un “momento comprable”. Después, aparece un código en pantalla que los usuarios escanean con su teléfono móvil y son redireccionados a la web de la marca del producto para poder hacer la compra.
Por cada compra que se realiza a través de este sistema, la compañía se lleva un beneficio de las ventas que varía según lo acordado con cada marca.
Para saber con certeza si podía salir adelante o no, se hicieron pruebas previas como por ejemplo promocionar Walmart durante la emisión de The Today Show, o Lacoste durante el Open de Francia. Ahora, se puede afirmar que es todo un éxito, ya que un 92% de los usuarios ya prefiere la modalidad de shoppable TV que los spots tradicionales.
Los tiempos cambian y hay que mantenerse actualizado para no perderse en el camino. Ahora que Sr. Potato te ha mostrado una tendencia que viene pisando fuerte, no lo pienses dos veces, ¡aprovéchala!