A día de hoy el cine de Hollywood no deja de sorprendernos. Ya hemos visto adaptaciones muy locas de juegos de mesa como Battleship que, por si no lo sabíais, está basada en el clásico Hundir La Flota (es curioso, ¿en el vuestro había aliens? :/). Esto es solo un ejemplo, pero en los últimos años todos hemos podido comprobar cómo a Hollywood se le acababan las ideas y sacaba nuevos productos sin sentido con el único propósito de seguir dándole cuerda a la máquina de hacer dinero.
Hemos visto muchos ejemplos de adaptaciones al cine desastrosas. Los videojuegos se llevan la peor parte con bodrios del tamaño de Alone in the Dark, Tomb Raider o Street Fighter. Se preparan adaptaciones también del Monopoly o del Tetris. Por eso, un servidor quedó muy asustado cuando, hace casi dos años ya, se estrenó La Lego Película. Oh amigos, que equivocado estaba.
La Lego película a día de hoy se ha convertido en una de mis películas favoritas, me parece que es una de las mejores películas de animación de los últimos años (con perdón de casi todas las películas PIXAR). ¿Por qué es así? En realidad hay varios motivos:
- Es una película para todos los públicos: Hablamos en el sentido más amplio de la palabra. Los niños disfrutarán con los Legos, el color y las bromillas de la película. Por otro, la película también tiene un humor algo menos accesible, más acorde con un público adulto. Entretenida y divertida.
- El significado detrás de la película: hay una idea fundamental detrás de La Lego Película, la libertad. Si nos ponemos con el #ModoPolíticoON, podríamos decir que dentro de La Lego película hay una crítica mordaz hacia al comunismo, algo así como lo que hizo George Orwell en el mítico Rebelión en la granja. Pero no quiero eso, prefiero quedarme con la idea de la importancia de la libertad y la creatividad, una seña de identidad de LEGO como marca.
- Su giro final (SPOILER ALERT): Cuando todo está perdido y Emmet se precipita al vacío sin fin, descubrimos que la loca historia que nos está contando el film proviene de la mente de un niño, que está jugando con la colección de Legos de su padre, un Will Ferrel que hace aquí de un obseso del orden y el control. Esto refuerza los dos motivos dados anteriormente. Por un lado la que es una película para todos los públicos, ya que termina siendo una historia de padre e hijo, y cómo estos juegan; por otro lado, la importancia de la libertad y creatividad a la hora de crecer, divertirse… a la hora de vivir al fin y al cabo.
- Funciona como la herramienta publicitaria perfecta: Sinceramente, yo nunca he sido fan de los legos. Desde enano siempre he sido más de videojuegos y si acaso me interesaba algún Power Ranger, algún Action Man… muy de los 90 todo. Sin embargo, al acabar la película sentí el deseo irrefrenable de tener Lego. Todo lo que promueve su película me caló hondo e hizo que me apasionase por su mundo.
Lego lleva muchos años creando una imagen de marca y un mundo propio, que sabe conectar con las nuevas generaciones y con las antiguas, con los mayores y con los pequeños. Lo que empezó con unos bloques y unos juguetes amarillos ha ido desarrollándose en un mundo mucho más amplio que encandila a cualquiera con su humor y su creatividad.
Yo me hice fan de Lego y fue gracias a su película. Si tú no lo eres te recomiendo que la veas, disfrutarás como un enano.