Parafraseando a Wiston Churchill podemos decir que “nunca tan pocos supieron tanto de tantos”… y es que las nuevas herramientas de motorización son capaces de recolectar toneladas de información sobre cada uno de los millones de usuarios que navegan, interactúan y compran cada día en Internet. Esta abundancia de datos ofrece a los profesionales del marketing la oportunidad de fundamentar cada una de sus decisiones a la hora de planificar una campaña en un concienzudo análisis del target al que se dirige, pero también plantea el reto de tener que identificar qué datos son realmente relevantes para esa toma de decisiones y cuáles no pasan de ser anecdóticos o redundantes.

Cada cliente y cada campaña son un mundo y requieren un enfoque específico, pero a continuación vamos a presentar una serie de elementos que son imprescindibles para poder enfocar correctamente cualquier planificación estratégica y medir el desarrollo de una campaña y sus diferentes acciones tácticas en un entorno digital:

• El alcance y el engagement en Redes Sociales: aunque no sean las herramientas principales de nuestra campaña, los canales Social Media son elementos clave para difundir nuestras acciones, dirigir tráfico hacia los espacios de conversión (formulario de registro, landing page, sitio de eCommerce…) y obtener feedback en tiempo real sobre cómo reacciona nuestro target frente a los diferentes elementos de la campaña. Por eso es importante medir el alcance y la capacidad de conectar con la comunidad de cada una de nuestras publicaciones, permitiéndonos ajustar nuestro calendario editorial de campaña para maximizar el ROI y mejorar los resultados globales.
• Click Trough Rates de las diferentes llamadas a la acción: es importante saber cuántos usuarios han reaccionado a las diferentes llamadas a la acción que les presentamos, valorando tanto el canal como la complejidad de la acción que les pedimos para saber si estamos logrando conectar con nuestros mensajes o necesitamos reconsiderar el modo en que nos acercamos a nuestro público objetivo. Una vez que tengamos esos datos, cuantificables a través de diferentes herramientas, podemos determinar qué Call to Action (CTA) está funcionando mejor y usar ese conocimiento para adaptar nuestras CTAs a los gustos e idiosincrasia de nuestros potenciales usuarios.
• Ratio de conversión de la Landing Page: entendiendo como página de aterrizaje a cualquier espacio donde dirigimos al público objetivo de nuestra campaña para que realicen la conversión deseada. Si los resultados no están a la altura de las expectativas y los objetivos fijados, hay dos posibles causas: o la landing page no está optimizada para la conversión o estamos dirigiendo a un público que no es el adecuado. Pero en cualquiera de los dos supuestos anteriores, podemos corregir el mal funcionamiento si tenemos datos de las diferentes fuentes de tráfico a la landing (redes sociales, campañas de ads, búsquedas orgánicas, campañas de mailing…) y cómo se comportan los usuarios que llegan desde cada una de ellas.
• Email Click Trough Rates: por muy sociales que seamos, es innegable que el mailing sigue siendo uno de los principales elementos de cualquier campaña de marketing digital… por su buena relación de costes y eficacia, pero también porque nos permite impactar a segmentos de nuestro target que aún se resisten a tener una presencia activa en Redes Sociales. Por eso es recomendable en muchas ocasiones comenzar una campaña de este tipo enviando dos mensajes diferenciados, para así identificar el tono y los contenidos que mejor conectan con nuestra audiencia, potenciándolos en la siguiente oleada.