¿Habías oído alguna vez este término? Hace poco leyendo un blog sobre economía leí esta teoría que acusa a las grandes empresas de fabricar productos con fecha de caducidad. Es decir, que cuando compramos una impresora o un microondas ya vienen con una fecha límite de uso, da igual que los repares o que los tengas entre algodones, están programados para que dejen de funcionar cuando tengan un determinado número de utilizaciones. Ahora bien, llegados a este punto, la intención de este post no es argumentar o desmantelar esta teoría, sino plantear si realmente es necesario o no que las empresas hagan este tipo de prácticas, si es ético y moral o si realmente perjudica o no al consumidor.
Después de que Thomas Alva Edison inventara la bombilla hace más de 130 años cabe preguntarse si no ha sido posible conseguir una bombilla que dure, si no toda la vida, varios años. O si realmente no ha sido posible fabricar un ordenador con una duración mucho más longeva que los que se venden ahora. Puede que sea cierto y que las empresas fabrican sus productos con una vida limitada, pero debemos preguntarnos si esto nos perjudica o nos beneficia.
Imaginemos que a partir de hoy, todo lo que te compres dure para toda la vida, tu nueva impresora o tu nueva bombilla para tu habitación nunca dejarán de funcionar, por lo tanto, no necesitarás comprar una nueva, y como tú, el resto de habitantes del planeta. Esto, significa que las empresas disminuirían en altos porcentajes sus ventas y por lo tanto sus ingresos. ¿Consecuencias? A priori se me ocurren dos: las empresas dejarían de invertir en innovación y desarrollo tecnológico y por otro lado prescindirían de gran parte de sus trabajadores.
Por eso cabe plantearse si realmente es ético y moral este tipo de prácticas, que por ejemplo, Apple ha convertido en una estrategia de marketing, me explico: la marca de Steve Jobs se caracteriza por el alto rendimiento de sus productos, sin embargo, tiene un modo de que cambies y renueves tu dispositivo y es actualizando continuamente los software hasta que tu IPhone o Tablet se queden obsoletos y ya no te deje instalar las últimas versiones de la compañía.