Se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, pero…, ¿quién o qué sería el mejor amigo de tu marca? Desde Sr Potato, agencia de marketing digital, te lo contamos todo sobre mascotas publicitarias para que cautives a tu audiencia con tu compañía ideal.
Tal vez las conocieras en anuncios de televisión o grandes eventos como los Juegos Olímpicos. Algunas se quedan grabadas en la memoria colectiva, por muchos años que pasen. Por ejemplo, el mítico Naranjito nació nada más ni nada menos que en 1982.
¿Qué son y para qué sirven las mascotas publicitarias?
En primer lugar, las mascotas son elementos visuales que muestran una personalidad, la cual, a su vez, engloba las emociones que tu marca quiere transmitir. Es decir, forman parte del branding.
De ahí que las mascotas proyecten una imagen simpática, tierna o divertida, que genera empatía e inspira confianza. Por lo tanto, se trata de una estrategia muy efectiva a la hora de crear un vínculo afectivo con tu público.
¿Cómo funciona?
Pongamos por caso su efecto en el público infantil. Gracias a la asociación de emociones, cuando los niños acompañan a sus padres al supermercado, quizá no sepan qué marca elegir, pero sí que quieren «los cereales del conejo o de la rana» porque desde que los vieron en un anuncio, les resultan divertidos.
¿Qué tipos de mascotas encontramos?
En general, se pueden clasificar según el tema, la emoción o la idea que se quiera transmitir. Sin embargo, de acuerdo con su idea original, podemos dividirlas en dos variantes:
- Según el logo o producto
Por un lado, encontramos las mascotas inspiradas en el logotipo o producto de la marca. Se toma su forma original y se moldea para darle una personalidad. También suele mantener los colores corporativos para facilitar la asociación a la marca.
Aquí encontramos al mítico Bibendum. Este nació en 1898 a partir de un par de neumáticos, para más adelante desarrollar brazos, piernas y una sonrisa cada vez más simpática, hasta resultar en el muñeco de Michelín.
- Personas, animales u objetos animados
Por otro lado, se puede partir de una idea o emoción concreta. Esta se asocia a un elemento externo que represente dicha idea y este, finalmente, se caricaturiza. De este modo, se transmiten los valores de la marca a un nivel más sutil.
Pongamos que quieres resaltar la energía inagotable de un producto. En ese caso, se puede emplear un simpático conejo, un animal conocido por su rapidez y agilidad.
¿Qué más ventajas tiene crear una mascota?
En primer lugar, tener un personaje significa que puedes construir una historia a su alrededor. Tomando el primer ejemplo, Naranjito llegó a tener una serie animada sobre fútbol. Además, hoy en día, la tecnología nos facilita crear animaciones y se le puede dar más juego.
Igualmente, permite generar merchandising. Un peluche de tu mascota o su imagen impresa en tazas, camisetas y otros productos como regalo, pueden ser un plus para dar visibilidad a tu marca.
Por último, puede llevar tu marca a nivel internacional. Sin decir una sola palabra, tu mascota puede ser memorable. Sería el caso del embajador de Disney por excelencia, Mickey Mouse. ¡Reconoceríamos sus orejas en cualquier parte del mundo!
Como conclusión, una mascota que reúna y proyecte las mejores cualidades de tu producto puede dejar una huella imborrable en tu público y convertirse en tu mejor aliada. ¡Nuestro Sr Potato lo sabe y te desea suerte para encontrar tu compañía ideal!