¡Buenos días a todos nuestros queridos seguidores potateros! Los lunes siempre son intensos, pero este lunes es algo diferente… es el primer día de una intensa y decisiva semana para todos los españoles. La mayoría ya sospecharéis por dónde van los tiros. Pues sí, efectivamente estamos en semana de Elecciones Generales. Sé que estaréis más que hartos de la avalancha mediática que todos sufrimos respecto a este tema: de las discusiones eternas a grito pelado, los intensos debates en reuniones de amigos, en comidas familiares (como fue mi caso ayer), con compañeros de trabajo, etc. Por haceros un favor y también por la labor profesional que me ataña hoy me gustaría hablar de política sí, pero desde un punto de vista de estrategia visual y comunicativa de marca. Me gustaría hacer un breve recorrido por los diferentes rediseños de logotipo que han adoptado cada uno de los candidatos al Gobierno y con el que se han presentado para estas Elecciones Generales 2016. Quisiera analizar brevemente si realmente han conseguido representar a nivel comunicativo y gráfico lo que se proponen y de qué manera lo han resuelto. Prometo ser lo más objetiva posible y limitarme a entrar tan solo en valoraciones estéticas y visuales de cada uno de los logotipos (algo que reconozco que me cuesta bastante, y si no, preguntádselo al resto del huerto, que lo tengo frito.)
Quisiera empezar haciendo un breve resumen y diciendo que en general, según mi criterio, se trata de logotipos que realmente no tienen ninguna novedad a nivel visual llamativa, no existe ningún elemento gráfico (salvo el color) sorpresivo que lo haga realmente personal y diferenciado. Generalmente son fieles a las modas estéticas actuales y se agarran a soluciones compositivas seguras o más bien correctas pero no innovadoras.
Me gustaría comenzar por los más benjamines entre los candidatos que son los que deberían tener más presente reflejar visualmente y conceptualmente ese cambio que proponen y traducirlo a nivel gráfico.
En primer lugar pondremos sobre la mesa el nuevo logotipo de la formación “Podemos” tras la integración de las nuevas fuerzas que lo componen dando como resultado “Unidos Podemos”. A nivel cromático y tipográfico se suma a la fiebre del momento: uso de formas icónicas simples y degradados multicolor (con predominancia roja y morada que rápidamente nos lleva al rebrand de Instagram y al mundo IOS) y la elección de la tipografía Gotham, muy geométrica y sencilla (usada hasta la saciedad en el gremio: véase el caso del PP o el de Obama en su primera candidatura) acompañada de su versión Rounded que aporta un tono más amable cercano y empático.
Como segundo candidato representativo de las “nuevas políticas” tenemos a Ciudadanos. Posiblemente a nivel gráfico sea el que más elementos intencionados y argumentados tenga. El uso del color es inteligente y diferenciado. El naranja es un color cálido que siempre transmite optimismo y amabilidad, acompañado del blanco lo hace aún más familiar y cercano. El icono principal elegido “el bocadillo” simboliza la voz del pueblo y se familiariza con el uso de las redes sociales y los medios en general. Se trata de un icono con bordes redondeados El uso de la “C” con el apóstrofo aporta modernidad, internacionalidad (y soluciona el problema de la pronunciación tanto en español como en catalán) y habla de la pluralidad que manifiestan.
Pasemos a valorar brevemente los nuevos logotipos de los llamados partidos “viejos” y veamos si verdaderamente han conseguido adaptarse a la actualidad y transmitir ese rejuvenecimiento que pretenden. En primer lugar tenemos el polémico rebrand del logotipo del Partido Popular, que según mi opinión ha sufrido críticas justas y argumentadas. Por hacer un pequeño resumen: se han mantenido fieles a su gama cromática pero esta vez el azul ha sido avivado siendo ligeramente más eléctrico e intenso que la versión anterior intentando ser más moderno. Ese intento de modernidad queda tirado por tierra con el trabajo gráfico. En primer lugar objetivamente el logotipo no está correctamente centrado y sufre problemas de peso y descompensación, sobre todo en la colocación de las siglas “PP” con respecto a la circunferencia que las rodea. La elección de un círculo como elemento envolvente del conjunto siempre es segura pero no parece haber otra razón simbólica o de peso que lo argumente más sólidamente. Por otra parte llama la atención la lucha entre el geometrismo de la tipografía utilizada (Gotham una vez más) y la circunferencia contra la organicidad del símbolo del albatros que parece casi un dibujo aleatorio o “calco de imagen” de Illustrator. La lucha entre estos tres elementos se hace aún más difícil al unir el símbolo del albatros al círculo envolvente, pues gráficamente funcionan como agua y aceite.
En cuanto a la cuarta fuerza en discordia El PSOE, siempre echaré de menos uno de los mejores logotipos que se han hecho en la historia del gremio, el diseñado por José María Cruz Novillo usado en las elecciones de 1977 y reutilizado nuevamente en 2001. Todo elemento gráfico fue diseñado con conciencia y una argumentación simbólica solida: el puño y la rosa representan representa la unión de la fuerza del puño (del trabajo, de los trabajadores) con la sensibilidad de la rosa (la cultura, el pensamiento, la belleza). Visualmente el uso de la línea gruesa, sencilla y compensada entre curvas y aristas aporta a la vez cercanía y contundencia. Encuentro acertado el resurgimiento de su símbolo más característico para su candidatura en 2016, es cierto que ha intentado modernizarse y simplificarse pero en mi humilde opinión no ha sido de un modo demasiado razonado o estudiado. Personalmente soy amante del diseño depurado y creo que cuanto más simple es algo es mejor, pero simplicidad debe de ir acompañada siempre de argumentación y sentido. Considero que posiblemente no ha sido la más ingeniosa o mejor solución que se podría haber hecho.
Para terminar con el post me gustaría decir que todo lo que aquí se ha expuesto no es más que una opinión personal profesional y que he intentado lidiar con mi instinto emocional más subjetivo, creo que más o menos lo he conseguido.
Como colofón solo quiero decir que pase lo que pase el domingo solo deseo que sea lo mejor para nuestro país porque nos lo merecemos, porque España es un país maravilloso lleno de arte, vida, cultura y buena gente. ¡Que viva España y su gente!