¿Qué tal llevamos el comienzo de semana? Como reflexión potatera de finde os traemos un tema algo controvertido dentro del diseño y la publicidad ¿Deben usarse bancos de imágenes? Muchas veces al afrontar el reto de crear una nueva imagen o comunicación publicitaria nos vemos tentados a utilizar las bonitas y perfectas imágenes de archivo que por un pequeño coste (comparado con el coste real de producir esas imágenes en estudio) podemos disfrutar de platos de comida perfectos, ilustraciones muy trabajadas capaz de personalizarse con algunos conocimientos de programas de edición o “mock-ups” para presentar a cliente la imagen propuesta.
Hay cientos de miles de millones de bancos de imágenes diferentes, cada uno con unas tarifas, promociones, descuentos, tiempos de prueba distintos, llegando algunos incluso a ser gratuitos (perfectos cuando preparas propuestas o clientes menores con poco presupuesto) pero, observando los más importantes, su diferencia es mínima o inexistente, ahora viene la pregunta para darle vueltas al coco un rato, ¿Este tipo de páginas está marcando una línea de diseño homogénea, centrándose solo en ser bonita o cumplir unos prerrequisitos estéticos, haciendo que todo se parezca sospechosamente? Esto es algo que puedes llegar a plantearte al introducir en una red social como Pinterest palabras clave como “Branding” “Desing” o “Graphic”, empiezas a ver tiendas o marcas cuyos sectores son muy diferentes pero su estética es tan similar, incluyendo el modo de presentar el concepto, que hace que aunque sea una idea original o bien fundamentada, da la sensación de poco trabajo o de falta de frescura.
Es cierto que siempre han existido tendencias en el diseño y que todo el mundo sigue la ola del momento, adaptando su marca o proyecto para surfearla de la mejor manera posible, pero algo como los bancos de imágenes que pretenden crear contenido de calidad a la mano de todos, se ha convertido en un estanque vacío de ideas impetuosas y llenas de fuerza.
¿Es mejor una imagen más austera y propia que una profesional y poco relevante? ¿Este tipo de plataformas ha apoltronado a los diseñadores en una comodidad permanente al tener la certeza de que hay de “todo” en estas páginas? ¿Aquello que no esté presentado según la “norma” vigente es malo?
Lo sabemos…quizás nos hemos pasado en darle vueltas al coco y simplemente ayudan a facilitar un poco las cosas… pero mirando un poco a la era antes de Internet el proceso creativo era más abierto tanto en los requisitos como en los modos de presentación, en la actualidad si no está plasmado en ficticio no vale, manual perfecto con todas las variaciones y restricciones de marca, al delimitar e intentar profesionalizarlo todo, creo que hemos conseguido todo lo contrario, que en un sitio puedas pagar una miseria por un trabajo que cumple con los requisitos profesionales en la actualidad pero sin nada detrás, esta es nuestra reflexión de lunes, ¿Tú qué opinas? ¿Los bancos de imágenes son la carta de los reyes magos o el lugar tenebroso donde la creatividad ha olvidado como era su auténtico nombre?